Pinturas

En uno de mis viajes más importantes, a Escocia, que fue casi iniciático, creé la serie tributo a las Highlands.

De nuevo, invoqué la fuerza de William Turner y de Friedrich. Fui allí con el objetivo de pasar dos meses dedicado a la pintura, sin haberme enfrentado antes a la técnica de la acuarela en plein air. Pasé mucho frío. Me perdí completamente solo entre aquellas inmensas montañas.

Mientras la lluvia me humedecía la hoja, veía a través de ella los colores que llegaban a plasmar las nubes y las diferentes atmósferas del lugar. No pude compartir esas experiencias hasta llegar a la ciudad.

Siempre que puedo, me apasiona pintar en la calle, en espacios arquitectónicos de interés, en parques, ruinas, sitios inhóspitos y en la naturaleza.

Me dejo abrazar por los ambientes urbanos olvidados y plasmo escenarios abandonados, sucios, cosas en las que nadie se suele fijar.

También tengo una mirada romántica del mundo actual. El resultado, al menos para mí, es el de esa belleza decadente de los extrarradios.